«Este año comenzaremos a cumplir el sueño del acueducto del río Colorado, que a lo largo de sus 125 kilómetros, abastecerá a 450 mil habitantes de 12 localidades de la región«. Lo dijo el gobernador Daniel Scioli, en su mensaje a la Legislatura provincial de marzo de… 2011. Más que sueño, una pesadilla… Recién más de tres años después de aquel anuncio, como tantos otros que hubo sobre el mismo tema, el gobierno provincial encuentra quién le financie la obra, llamada a ser, la solución definitiva para todos los problemas de provisión de agua potable a Bahía Blanca y alrededores. Lo que no se pudo lograr de los brasileños, ni de los portugueses, ni de los chinos, se logró de la Corporación Andina de Fomento. Como una paradoja, el acuerdo sobre el financiamiento, suscripto este viernes entre el ministro de Economía Axel Kiciloff y la CAF, llega en un momento diametralmente opuesto a aquel en el que se empezó a agitar su construcción como la panacea. En los años 2008 y 2009, el dique Paso de las Piedras llegó a niveles minimos y disparó la emergencia hídrica, que demandó más de 4 años superarla. Hoy, el embalse está muy cerca de su cota máxima y con la posibilidad cierta de tener que derivar aguas abajo, si vienen lluvias importantes. Ahora, ¿qué ocurrió todo este tiempo con el río Colorado, llamado a ser la fuente alternativa superadora a Paso Piedras? Como otra cruel paradoja, su derrotero fue el inverso. Como publicó Solo Local el río Colorado ingresó en una crisis hídrica desde el ciclo hidrológico 2007 y 2008 y las perspectivas no son alentadoras. Lo dice el propio Comité Interjurisdiccional del Río Colorado: para el período octubre 2014-septiembre 2015 se espera que el río reciba de sus afluentes en la Cordillera, aportes por debajo de la mitad de los niveles históricos. Es decir que la actual bajante, que llegó a ser récord, se profundizará. No extrañará entonces que, al igual que este año, desde CORFO, que administra la entrega de agua a los regantes, deban obligar a reducir sus previsiones de siembra, a los productores que se benefician con el reparto de agua desde el río. Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, el video que antecede a esta nota muestra cómo estaba en marzo de este año, solo 9 meses atrás, el dique Casa de Piedra que se nutre del río Colorado.

Las autoridades resaltan entre los beneficios adicionales del acueducto que, además de asegurar la provisión a Bahía Blanca, Cerri y Punta Alta, también permitirá mejorar las condiciones de provisión a las poblaciones y regiones que atravesará a lo largo de su recorrido, desde Pedro Luro a nuestra ciudad. Pero, ¿estará en condiciones de hacerlo con una bajante que no se detiene? ¿Cómo hará para repartir niveles crecientes de agua entre niveles crecientes de demanda que llegarán, como dice el gobernador, a 450 mil personas? Este problema no es nuevo y sin embargo, a nivel oficial, no ha surgido ningún informe que lo refute o traiga tranquilidad. ¿O estarán apostando a que, como se hizo en los años que mediaron entre 2009 y 2014 con Paso Piedras, las lluvias y en este caso los deshielos de las nieves cordilleranas, traigan la solución? Parece una apuesta demasiado riesgosa y cara, si se tiene en cuenta los casi 190 millones de dólares que demandarán la construcción del acueducto y obras adicionales.

La preocupación por el nivel del río Colorado es admitida por aquellos que, como el renunciado intendente y ahora ministro de la Producción Cristian Breitenstein, afirman que si no alcanza con su caudal, la realización de un travase del Negro al Colorado podría contribuir a la solución final. ¿Vendrá en poco tiempo más otro anuncio millonario en ese sentido? ¿Hasta cuando seguirán sacando muñecas más chicas de esta mamushka? 

La cuestión crítica de su caudal decreciente no es la única que inquieta sobre el río Colorado. También su nivel de salinidad y los aportes contaminantes que recibe en su trayecto aguas arriba son factores que llevan a hacer un análisis más profundo sobre su verdadera utilidad. De ambos temas, Solo Local se ocupará en próximas notas. 

 

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